domingo, 10 de enero de 2010

AJEDREZ


En plena fase depresiva me estoy quedando sin palabras... asi que comparto un poema que encontre viendo fotolog:








Porque éramos amigos y, a ratos, nos amábamos;
quizá para añadir otro interés
a los muchos que ya nos obligaban
decidimos jugar juegos de inteligencia.


Pusimos un tablero enfrente de nosotros:
equitativo en piezas, en valores,
en posibilidad de movimientos.


Aprendimos las reglas, les juramos respeto
y empezó la partida.


Henos aquí hace un siglo, sentados meditando
encarnizadamente
cómo dar el zarpazo último que se aniquile
de modo inapelable y, para siempre, al otro.








Quejas y comentarios de mis fantasmas con la autora, por favor.




No hay comentarios:

Publicar un comentario